miércoles, 30 de julio de 2008

Un sueño profundo

Anoche dormía. Y mientras dormía caminaba en el cráter de un volcán. Dormido en ese sueño, avanzaba sobre un gigante dormido.

No sé cómo llegué a ese lugar de la noche, a esa altura de hielo.

Siempre pensé que en los volcanes encontraría una laguna congelada. Pero ahora por suerte estaba dormido y también por suerte me había olvidado de pensar. Yo lo he visto. Y aunque nadie estuvo allí ese volcán existe. Juro que lo he visto sin su bonete de nieve. Está vivo, y sinó pregúntenle a los muertos. Abajo, en el pueblo, nadie se acuerda de él. Hasta que se acuerdan y lloran.

Cuando me desperté algo hervía en el pecho. Era la lava de esta historia.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pablo:
Sí, imagino que debe ser para el que lo tiene cerca como algo más del paisaje, quizás como un árbol gigante; pero para el que lo ve de paso, o lo lee en los libros y sabe sus metros y los años de actividad y es una foto solamente, es muy distinto; salvo... que lo hayas sentido y palpitado, como creo te ha pasado.
Saludos, y te espero por mi blog.

Juan dijo...

Naná, gracias por visitarme.
No sé porqué pero mucha gente sin darse cuenta me llama "Pablo". Yo soy Pablo, es verdad, pero también Juan. Y puedo ser Juan sin ser Pablo, pero no al revés. ¿Por qué? no sé. Gracias por aguantarme. Un beso grande.

Anónimo dijo...

Hola, bueno no sé por qué te dije Pablo, me salió así, quizás porque tengo un amigo que es Pablo y te relacioné cuando supe de vos; aunque ví que en el primer comentario que te hice, te puse Juan Carlos; jaja, es que ya estoy como esas viejitas que se equivocan de nombre a cada rato.
Un beso, Juan.

Lorena dijo...

La vuelvo a ver y me sigue impactando y van varias veces que la veo.
Gracias

Juan dijo...

Hola Lorena, viste que tengo medio olvidado el blog? debería actualizarlo más seguido. Me alegro que te haya gustado este post, aunque esté amarillento de tiempo. Saludos,
JP