Primero hacía fotos de vagabundos. Después se dedicó a retratar signos de exclamación. Pero no cualquier signo, sino los exclamados por los que mejor los exclaman; Saramago, Borges, García Márquez, Octavio Paz, Luis Sepúlveda, Claudio Magris, Vargas Llosa, Cortázar, Bioy, Sábato, Laura Restrepo, Salman Rushdie, Roa Bastos, Mutis, Juan Gelman, Mario Benedetti y Donoso, son algunos de ellos. Daniel Mordzinski lo sabe; detrás de la literatura monumental hay una mano, una cara, un cuerpo repleto de vanidad en algunos y soledad en otros. Un escritorio y una biblioteca. Allí está él con su cámara, anotando con luz la frente de los escritores.
domingo, 22 de febrero de 2009
Mordzinski
Primero hacía fotos de vagabundos. Después se dedicó a retratar signos de exclamación. Pero no cualquier signo, sino los exclamados por los que mejor los exclaman; Saramago, Borges, García Márquez, Octavio Paz, Luis Sepúlveda, Claudio Magris, Vargas Llosa, Cortázar, Bioy, Sábato, Laura Restrepo, Salman Rushdie, Roa Bastos, Mutis, Juan Gelman, Mario Benedetti y Donoso, son algunos de ellos. Daniel Mordzinski lo sabe; detrás de la literatura monumental hay una mano, una cara, un cuerpo repleto de vanidad en algunos y soledad en otros. Un escritorio y una biblioteca. Allí está él con su cámara, anotando con luz la frente de los escritores.
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