domingo, 3 de mayo de 2009

Creo que no lo sé

¿Será porque guardan más de una historia? ¿Tiene que ver con lo que muestran o con lo que esconden? ¿Será por lo que sugieren? No lo sé, pero por alguna razón cada vez que converso con una esquina vieja o una tapera olvidada termino como embrujado. ¿Será porque pudieron registrar en su corteza el paso lento del tiempo? ¿Por lo que han visto a la luz de la vela? ¿O por qué, pobrecitas, han sido abandonadas? ¿Por qué callan y callan? ¿Por qué se levantan en el medio de la soledad? ¿Será porque permanecen, resisten? ¿O porque están ahí, donde el hombre ya no pudo más? Creo que no lo sé.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Veo tu foto y no puedo dejar de percibir una sensación de supervivencia, y a la vez, vulnerabilidad. Casi como un caldén, quebracho o algarrobo. Casi como una araucaria o un pehuén. U otros tantos que han sobrevivido, casi por milagro. Su interior es como los anillos de crecimiento de un árbol: en ellos, el pasado habla. Así como los techos crujen, las paredes se descascaran, los pisos pierden sus escuadras. Pero el hombre no escucha. O lo hace, sólo cuando tala.

Juan dijo...

Pampa,

A esa foto la saqué en un viaje cordobés, cerca del pago de Las Varillas. Iba en auto, bastante rápido y estúpido como para no ver la mitad del mundo que atravesaba. En un instante pasé una tapera viejita y giré mi cabeza. La pude ver, la pude escuchar. Ya habían pasado varios kilómetros cuando la seguía escuchando “¿y, no vas a contarme?, me decía”. Tuve que volver para callar esa voz. Conversé con sus paredes naranjas y le saqué una foto a sus cuentos.

Yo estoy trabajando para hacer un buen libro de fotos y textos de esquinas y taperas. Lo empecé hace varios años y ya tengo imágenes de casi todos los rincones del país, algunas de ellas buenas. ¿Algún día encontraré a alguien que lo quiera publicar?

Unknown dijo...

Por algún motivo, no tengo dudas de que vas a encontrar a alguien que quiera publicar tu libro.
Conozco Las Varillas, es cerca de uno de mis tantos pagos. Cerca de uno de mis pueblos queridos. De esa tapera no me acuerdo. Capaz dormía ...

Unknown dijo...

¡Qué belleza! cuántas cosas nos dice lo que nos rodea. De verdad te creo cuando dices que esa tapera te habló. Me ha encantado tanto el post como tu respuesta a Pampa, estaba como para publicarlo también.
¡Felicitaciones por tanto arte y sensibilidad!
Un abrazo