miércoles, 7 de septiembre de 2011

con y contra el cambio





Le afané un libro a mi hermano. Contra el Cambio, de Martín Caparrós. El diccionario dice que afanar es robar, hurtar. Y también dice que afanar es entregarse a algo con entusiasmo. Al hacerme de este libro, abracé los dos significados.

Al cronista lo mandaron a pescar historias por el mundo. A pescar y cocinarlas para todos. Y él las sirve en la mesa: “un chico pasa rodando una cubierta vieja”, “el olor del grano y la arpillera”. ¡Que expresiones decidoras! Pero también es un texto arriesgado. Arriesgado por la ideas y por la formas narrativas. Por ahí decide que una coma no va, aunque siempre haya ido. Y el sentido se interpreta en el lector con la misma riqueza, con el mismo rumbo que le dirige su tirador. Entonces, pienso luego, esa coma podría no estar, podría no haber estado nunca. Algo así pasa con las ideas, pero al revés. Ideas que están, se presentan, aunque parece que nunca han estado.

Lo difícil es no haber seguido gastando las palabras gastadas, las de siempre. Tampoco las ideas. Contra el cambio habla del cambio, no sólo del cambio climático. Habla del cambio en la mirada, en las ideas, en la escritura.

1 comentario:

Maria Eugenia Aurensanz - Spiral Áurea dijo...

Hola Juan

Acabo de conocer tu blog, y lo primero que leo tiene que ver con el Cambio.

Me gusta tu blog.

Saludos.